Hace 115 años modestas costureras que trabajaban en la oscuridad de los talleres, sin horarios, sin mínimos derechos, descubrieron su fuerza en la organización, la unidad y la conciencia. Se movilizaron para decir basta a la explotación y al trato miserable. Esa lucha fue truncada trágicamente un 8 de marzo de 1908, cuando murieron calcinadas 129 obreras textiles de la fábrica Cotton de Nueva York, en un incendio provocado intencionalmente en el taller donde trabajaban.

En Chile, y aunque la historia oficial lo invisibiliza, las mujeres del salitre, del carbón, de las fábricas, etc., desafiaron el sistema de explotación y lucharon por sus derechos organizando y participando activamente en la creación de mancomunales, en movilizaciones y huelgas como las Cocinas Apagadas del Sindicato de las Agujas en Valparaíso. Recién en 1952, después de décadas de lucha, pudimos ejercer el derecho a voto.

Las mujeres nos hemos ido integrando al trabajo remunerado, pero sin contar con condiciones justas para ello. Por trabajo de igual valor tenemos menores remuneraciones, ocupamos menos cargos de alta jerarquía, mayoritariamente cumplimos doble jornada laboral responsabilizándonos de los quehaceres del hogar. La sociedad no reconoce el valor y aporte económico de las labores domésticas y del cuidado de niñ@s, ancian@s y enferm@s.

Además no contamos con suficientes salas cunas, ni con un sistema de cuidado para nuestr@s hij@s en edad pre escolar y escolar alterna, muchas veces sufrimos discriminación para acceder al campo laboral y en los lugares de trabajo sufrimos acoso laboral y sexual, etc., etc.

La esperanza de las trabajadoras es su capacidad de organizarse en torno de sus demandas.  El sindicato es el instrumento que nos permitirá hacer los cambios para lograr un trabajo decente y una vida digna para todas y todos.

  • Por autonomía sexual y reproductiva para las mujeres.
  • Por el derecho a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso. Ratificación del C190
  • Por el reconocimiento del valor social y económico del trabajo de cuidados (remunerado o no), el derecho humano al cuidado y el carácter público de los servicios de cuidado.

Es urgente recuperar la memoria histórica, valorar lo que han significado las luchas de las mujeres y sus reivindicaciones. En esa historia hay solidaridad y lucha por los derechos de ambos sexos, hay sensibilidad por la vida en general, preocupación por la explotación de niñ@s y jóvenes, por la disidencias sexo genéricas, por nuestra madre tierra…

Este 8 de marzo de 2023, a conmemorar nuestra lucha

                                            NUNCA MÁS SIN NOSOTRAS !!!