La Presidenta de la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud (Confusam) y de FEFUSAM 8° Bío Bío, Gabriela Flores, denunció que sienten que «estamos desprotegidos ante estas situaciones que están complicadas en nuestro país».
En conversación con ‘La Mañana de Agricultura’, la titular de la Confusam sostuvo que la ‘Ley consultorio seguro‘, que busca proteger a los funcionarios de la salud, «no se está cumpliendo a cabalidad».
«Una porque nuestros emperadores -que son nuestros alcaldes, jefe de departamento de salud o directores- no hacen las denuncias correspondientes, porque supuestamente son intimidados por estas bandas, amenazados a la espera de la salida de su turno. Lo que ha provocado que hoy día no se esté cumpliendo», explicó Flores.
Bajo esa línea, denunció que «a nosotros, en especial a los directores de los centros de salud, a los mismos funcionarios que han sido agredidos, han sido amenazados de muerte e inclusive los esperan a la salida de algunos centros de salud. Les destruyen sus vehículos, ambulancias, vehículos que transportamos a funcionarios a terrenos, por estas bandas de delincuentes que hoy día operan en nuestro país».
Ante este tipo de situaciones críticas e incontrolables, Gabriela Flores dijo que para resguardar a los trabajadores de los centros asistenciales y de los pacientes optan por «cerrar el lugar o la unidad, dado de que el riesgo, las amenazas son bastante grandes para el personal que opera».
«El 80% son mujeres, por lo tanto, más vulnerable ante estas situaciones que son bastante complejas a nivel país», agregó.
«Estos narcotraficantes llegan disparando (afuera de los centros de salud), destruyendo, agrediendo al personal. Inclusive ingresan al box clínico donde está siendo atendido el paciente para ajustar cuentas», relató Flores, quien ejemplificó que en Alto Hospicio deben trabajar con chalecos antibalas.
Junto a esto, comentó que «en la macrozona (sur), donde tenemos muchas postas rurales, nuestra gente es secuestrada, incendiado los vehículos, les roban sus vehículos, golpean a los funcionarios».